14 enero 2014

El emplatado. Todo un arte.

Una parte fundamental de la cocina, además del sabor, es la creatividad de los platos. El emplatado o la presentación de los platos los hace más vistosos y elegantes, porque ¡también comemos con la vista!

La decoración tiende a ser lo más sencilla posible, huyendo del barroquismo y centrándonos en la intuición y el buen gusto.

En primer lugar si disponemos de suficiente vajilla, la elección del plato es importante. Normalmente un plato neutro, de color pastel o incluso blanco puede quedar bien. Las vajillas clásicas, con una decoración sencilla o en los bordes también pueden son una buena opción.

Respecto al tamaño de los platos, si son llanos y grandes, mejor. De este modo la comida tiene espacio alrededor. Lo de las cantidades a servir es muy discutible, aunque las raciones en hostelería están muy medidas.

La cocina molecular o experimental tiende más a las pequeñas raciones, pero no es lo mismo si vamos a servir un plato de pasta o un estofado tradicional, las cantidades en este caso, serán mayores.

Las composiciones básicas que podemos utilizar son:

  •      Composición simétrica: equilibrio bilateral y proporcional entre las partes del plato. Equilibrio entre el peso de los diferentes componentes, es decir, existe igualdad de peso en las dos partes del plato, como alas de mariposa y transmite una sensación de orden y armonía.
  •      Composición asimétrica: se divide la composición en dos partes asimétricas, unas con mayor peso que la otra. Transmite un mayor dinamismo y tensión, y por tanto, vitalidad.
  •           Composición rítmica: se repiten elementos principales con alternancia de otros menos importantes. Crea un efecto dinámico que capta mucho la atención.

  •        Composición oblicua: las líneas transversales y giradas respecto al comensal crean un efecto tridimensional de profundidad, y que transmite gran dinamismo.
  •           Composición en escala: los elementos se repiten con diferentes tamaños, de forma proporcional.
  •           Composición triangular o piramidal: jugamos con las alturas, formando una pirámide en el plato.
  •          Composición en cuadrado, tanto en horizontal como en vertical.: establecemos la composición en base a cuadrados o rectángulos simétricos.
  •           Composición circular o lineal, respecto a un punto central, disponemos los elementos de forma circular u ovalada, creando un efecto de dinamismo muy interesante.

Una buena recomendación, es probar con diferentes presentaciones en cada plato y optar por la que más nos convenza. El emplatado no es algo que se aprenda de un día para otro y requiere que desarrollemos cierto sentido estético y en L'Arruzz lo sabemos bien, hay cuidar la presencia de cada entrada.

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