Los días están llenos de actividades tanto para grandes como
para pequeños y para sacar el máximo partido a ellas es fundamental una buena
hidratación basada en consumir al menos 2
litros de agua diarios.
En los niños es imprescindible para conllevar todas las actividades
de su día, como clases, deporte, actividades extraescolares, deberes, juegos
con los amigos…etc. Mantenerles hidratados mejorará su rendimiento y vitalidad en todas ellas.
La hidratación, tanto en casa como en el trabajo mejora
nuestro rendimiento. Es tan fácil como llevarte una botella de agua allá donde
vayas.
Es cierto que la intensidad o condiciones ambientales con
las que nos desenvolvemos día a día influyen en la deshidratación, por lo que
hacer una parada y beber agua o tomar alimentos que contengan mucha cantidad de
ésta nos facilitará la tarea. Además ¿sabías que estar hidratado evita las
migrañas y dolores de cabeza? Es importante reponer nuestra cantidad de
líquidos.
Si estamos deshidratados aumenta nuestro nivel de fatiga y
desciende nuestro rendimiento físico y
mental.
Por lo que tanto pequeños como grandes debemos tomar ejemplo
y beber mucha agua. También es bueno combinarla (sin sustituirla, ya que no es
un alimento nutritivo) con otro tipo de alimentos como zumos de frutas, refrescos, leche, café o infusiones y comer
habitualmente alimentos como fruta,
verduras, sopas y otros que acompañen a nuestra dieta.
Durante todo el año y sobretodo con las altas temperaturas
del verano, no olvides éste consejo.
Para los más peques, según la Asociación Española de
Pediatría y el Instituto de Investigación Agua y Salud, insisten en que el agua mineral natural debe ser un
alimento fundamental para conseguir una adecuada hidratación. Las cantidades
orientativas recomendadas en función de la edad son las siguientes:
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