30 abril 2014

6 ocasiones para usar el arroz integral

El arroz integral es aquel al que se le ha quitado la parte no comestible, la cáscara exterior, dejando el grano entero. Un grano entero se compone de tres partes: salvado, endospermo y germen.
El salvado es la capa externa del grano de arroz, se encarga de proteger el endospermo. El 80% de este salvado contiene fibra dietética insoluble y soluble, vitamina B y oligominerales como hierro, cobre, zinc y magnesio
El endospermo es la parte media del grano y la más grande, y contiene proteínas y carbohidratos complejos como el amidón
El germen es la parte interna del grano y es rico en antioxidantes y fitonutrientes, vitamina B y Vitamina E, minerales, proteínas y grasas monoinsaturadas.


El arroz integral posee todos los nutrientes que el arroz tiene en su estado natural, lo que le convierte en un alimento muy completo. Además, su aporte energético y su fácil digestión lo hacen un alimento recomendado para todas las edades.
El arroz integral se puede usar en prácticamente todas las situaciones en las que usaríamos el arroz blanco, simplemente teniendo la precaución de ajustar la cantidad de agua a la proporción indicada en el envase. Por ejemplo:
  • Cuando estamos a dieta, ya que tiene un gran poder saciente.
  • Cuando tenemos problemas con el tránsito intestinal, ya que aumentamos la ingesta de fibra y favorecer el funcionamiento intestinal.
  • Cuando vamos a someter el plato a una cocción prolongada o vamos a calentarlo más de una vez. El arroz integral es ideal para usar como relleno de verduras asadas.
  • Cuando vamos a congelar o refrigerar un plato durante un tiempo. El arroz integral soporta bien tanto la congelación como la refrigeración.
  • Cuando queremos dar a los niños una cena contundente pero de fácil digestión
  • Cuando necesitamos una guarnición ligera pero sabrosa. Por su sabor, el arroz integral es estupendo como acompañamiento de carnes y pescados a la plancha.
En definitiva, podemos incluir el arroz integral en nuestra dieta de forma habitual, tanto como guarnición como formando parte de un plato, siempre que queramos para aprovechar sus propiedades nutricionales y disfrutar de su sabor.

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