12 agosto 2014

Un anfitrión con estilo.

Recibir invitados en casa es un placer. A veces se trata de un encuentro informal con pizza a domicilio y unas cervecitas para ver el partido de tu equipo, otras ocasiones son más formales y preparas la mesa con esmero.

En este tipo de encuentros son muchas los detalles que si los adoptas, te convertirán en un anfitrión con estilo. Aunque los invitados sean amigos cercanos no significa que la acogida siempre vaya a ser informal. Pero tranquilos, algo más formal no significa estar sentados tiesos en la mesa ni comportarse de forma anti-natural. Se trata de saber estar, de ser uno mismo y tener detalles o gestos en la ocasión indicada que agradaran a todos.



Conforme van llegando los invitados, es un gesto de buen gusto recibirlos con una copa de alguna bebida alcohólica, pero también hay que disponer de bebidas sin alcohol para quienes no lo consumen.

No está demás averiguar si los invitados tienen alguna restricción en su dieta, así se evitará un mal momento a la hora de servir la cena.

Por ejemplo, si hay vino en la mesa, ¿cómo lo sirves, a quién lo sirves primero? Como anfitriones, nunca debéis serviros primero. Sería un gesto de mala educación y además, grosero. Lo que podéis hacer es tras abrir la botella, serviros un poco en vuestra copa para comprobar que está en buen estado (que no está estropeado) y serán los caballeros los que sirvan a las damas.

Respecto al orden no hay nada escrito, pero normalmente se sirve a las damas de mayor edad primero, como signo de respeto. Así que debéis pasar la botella al hombre que esté más cerca de ella para servirle. Nunca debéis inclinaros por encima de los cubiertos. El anfitrión siempre se sirve el último y deja la botella en la mesa.

Aunque en casa la cubertería y cristalería suele ser algo más sencilla, el orden de ubicación de cada uno de los elementos es el siguiente.



El hilo musical de fondo propicia un clima agradable, pero debe ser un volumen reducido para que os permita conversar.

Como restaurante, en L'Arruzz Albacete sabemos la importancia de cuidar cada detalle para que nuestros comensales se sientan a gusto y disfruten de una velada agradable.

Con pequeños gestos seguro que conquistáis todavía más la simpatía de vuestros invitados. Lo siguiente es ser uno mismo, y disfrutar.





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