21 noviembre 2016

Platos típicos de Albacete

Pocas regiones hay en España tan completas como la provincia de Albacete. A una sorprendente capital, repleta de monumentos prácticamente desconocidos para los foráneos, se le unen preciosos parajes naturales, como el nacimiento del río Mundo, la Hoz del Júcar, numerosos castillos, como los de Almansa o Yeste y, sobre todo, una gastronomía capaz de hacer palidecer las cualidades anteriormente citadas.

Por eso, en esta ocasión, te contamos todo sobre dos platos típicos de Albacete, elaborados con ingredientes tan variados como patatas, bacalao, limón y, por supuesto, como no podía ser de otra manera, también comprobarás cómo el arroz hace acto de presencia.



Atascaburras, placer invernal


Patatas, bacalao, aceite de oliva, ajos, huevo cocido y nueces. Estos son los alimentos que componen las atascaburras, un plato típico albaceteño, cuyo origen ha sido tradicionalmente atribuido a una pareja de pastores que se quedaron aislados después de una fuerte nevada.

Según la creencia, se vieron con que no tenían nada más que unas patatas y espinas de bacalao para añadir a un cocido, por lo que decidieron agregar también aceite de oliva y machacar el mejunje resultante. Al regresar con los suyos, dijeron “este plato harta a las burras”, frase que explica la denominación actual de esta receta.

Conforme el plato se fue popularizando, se añadieron las pequeñas nueces oriundas de la sierra albaceteña y rodajas de huevo duro, que, además de aportar más valor nutritivo sirven como elemento decorativo. También, según la tradición, es preferible disfrutar del sabor de las atascaburras directamente del mortero.

Arroz con conejo y caracoles, el arroz pinoso


El origen de esta receta no cuenta con una historia como tal, simplemente se presume que, como una parte importante de los platos manchegos, formaba parte de la dieta de los pastores. Además de los alimentos que dan nombre a esta exquisitez, para su elaboración son necesarios tomate, aceite de oliva, agua, sal, una rodaja de limón, azafrán y vino tinto.

La preparación es clave para que el arroz con conejo alcance la textura pinosa (propia del ahumado) que le caracteriza, algo que depende de los sarmientos para encender el fuego, los caracoles de la sierra y el tipo de arroz, redondo. Además de eso, es recomendable emplear una sartén honda, donde sofreír el conejo en trozos. Una vez doradito, se procede a añadir el tomate y, cuando se haya evaporado todo el agua, se añade el vino tinto. A continuación, el proceso es similar a la preparación de cualquier arroz acompañado de otro alimento, es decir, se agrega agua y cuando hierve, los caracoles, la sal, el arroz, el azafrán y la rodaja de limón.

Descubrir platos de la tierra es maravilloso y ya probarlos ni te contamos, pero, a veces, no se tiene el día para investigar y sumergirse en la historia, sino simplemente para disfrutar de una deliciosa comida preparada por otros. Por este motivo, te recordamos que en L´Arruzz disponemos de una carta repleta de suculentas recetas de arroz. Asimismo, si el día te pide comer en casa, entonces puedes beneficiarte de nuestros platos para llevar a casa. Tanto de una manera o de otra, ¿a qué esperas para disfrutar de una experiencia auténticamente albaceteña?

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